Aunque no sea visible para nosotros, es importante conocer que nuestra piel se encuentra habitada por un conjunto de microorganismos que desempeña una función esencial para nuestra salud.
La microbiota
La piel es el órgano que actúa de barrera protectora entre nuestro cuerpo y el medio externo. Se compone de 3 capas: epidermis, dermis y tejido subcutáneo. Esta, además, se encuentra cubierta de multitud de microorganismos que incluye una gran diversidad de bacterias, hongos, virus y parásitos. A este conjunto de microorganismos se le denomina microbiota, y juega un papel muy importante sobre la salud de nuestra piel y el sistema inmunitario.
El tipo y la cantidad de microorganismos que habitan nuestra piel es diferente en cada zona de nuestro cuerpo y difiere también de una persona a otra. Depende del nivel de humedad en la piel, pH, densidad de glándulas sebáceas, genética, etc. Y tiene gran relevancia el factor ambiental (polución, luz solar, etc.) así como nuestro estilo de vida, dieta, mascotas y hábitos de higiene.
Función protectora
El contacto con los microorganismos que hay en todo nuestro entorno desde que nacemos conlleva la colonización de nuestra piel. Esto permite el desarrollo de nuestro sistema inmunitario. Además, la diversidad de microrganismos en la microbiota, permite que exista un equilibrio que nos protege de la proliferación de patógenos, el cual podría causar desórdenes en la piel, como por ejemplo una dermatitis, acné o rosácea.
La microbiota cutánea también juega un papel importante en la protección de la piel frente a la radiación UV. Este tipo de radiación, que recibimos siempre que nos exponemos al sol, tiene sobre nosotros un efecto inmunosupresor, lo cual es un factor de riesgo de padecer cáncer de piel. La microbiota que cubre la piel suprime en cierta medida este efecto.
La importancia de la crema hidratante
Está comprobado que una correcta simbiosis entre la microbiota y nuestra piel es necesaria para el mantenimiento de una piel saludable, y que esta funcione como una barrera eficaz frente a las agresiones externas. El contenido de agua en nuestra piel es vital para el desarrollo de microorganismos. Por ello un hábito beneficioso es el uso a diario de crema hidratante. Mas aún en tiempos en los que la necesidad de higienizarse con excesiva frecuencia provoca que nuestra piel sufra desequilibrios que conducen a la sequedad, deshidratación, irritaciones, etc.
Una crema hidratante, como nuestra CR4, contiene emolientes, como el aceite de almendras dulces, que contribuyen a aumentar la suavidad y flexibilidad de la piel. Y humectantes, como la glicerina y el aloe vera, que son sustancias que ayudan a capturar el agua en el estrato corneo (capa más superficial de la epidermis) y a reequilibrar el manto hidrolipídico. El aloe vera además nos aporta todos sus beneficios (efecto anti-inflamatorio, antioxidante y curativo) tradicionalmente conocidos.
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Cuidando la piel a diario con una hidratante, no solo hará que tu piel se vea mas bonita, si no que contribuirás a que se mantenga equilibrada y saludable.